En la época del Presidente Lucas, en mi pueblo, el ejército llegó con una lista y comenzó a llevar a la gente. El ejército mató a la gente de mi pueblo en sus hogares. La gente temaba que el ejército iba a tomar ellos (o sus familias) en la noche, así que empezamos a dormir en las montañas, lejos de la aldea. No podíamos defendernos contra el ejército, porque todo lo que teníamos era machetes y palos. Ellos estaban bien armados. La guerrillas explicaron que eran como nosotros, y que los ricos pagan al gobierno para apoyar al ejército. Mi esposa tenía dos primos, hombres muy respetados. Uno murió y el otro desapareció. Nunca lo volví a ver.